Equilibrando amenazas y oportunidades: Gran Chaco, el bioma olvidado de Sudamérica

El Gran Chaco es un bioma vital para Sudamérica, pero frecuentemente ignorado.

Mientras el mundo se prepara para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2025 (COP30) en Belém, Brasil, todas las miradas se dirigen, con razón, a la selva amazónica brasileña. Pero no muy lejos de la Amazonía se encuentra otro bioma crítico que es una potencia agrícola con un importante potencial sin explotar, pero del que muchos probablemente nunca han oído hablar.

Con una extensión de más de 100 millones de hectáreas en Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil, el Gran Chaco es más grande que Francia y Alemania juntas y ostenta el título de segundo bosque más grande de Sudamérica después de la Amazonia.

Es una región con vida abundante, hogar de 5,6 millones de indígenas, así como de 3400 especies de plantas, 500 especies de aves y más de 200 especies de reptiles y anfibios, siendo uno de los biomas con mayor biodiversidad del mundo y un sumidero de carbono fundamental.

En las últimas décadas, el Gran Chaco se ha convertido en un centro agrícola y una parte clave de la economía de la región. El cultivo de soja se ha expandido significativamente, con un aumento del 30% en la superficie de producción por parte de Argentina entre 2001 y 2022, y un aumento de 15 veces en Paraguay entre 2012 y 2022, según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina y el Instituto Nacional de Estadística de Paraguay.

La producción ganadera también ha aumentado, especialmente en Paraguay, donde el 67,4% de las exportaciones de carne de vacuno proceden del Gran Chaco. En Argentina, la región alberga ahora el 33% del ganado vacuno nacional.

Sin embargo, esta expansión agrícola ha tenido un costo ambiental, con la pérdida de alrededor de 35 000 hectáreas cada mes y la tala prevista de millones de hectáreas adicionales de vegetación nativa para 2030 para dar paso a tierras de cultivo.

El desmonte y la deforestación han dejado a la región vulnerable al cambio climático, que ya ha causado un importante impacto económico a través de sequías prolongadas, inundaciones, olas de calor e incendios forestales que causan disrupción en la producción agrícola.

Argentina sufrió 2670 millones de dólares en pérdidas de exportación debido a la sequía en 2022, y los incendios forestales en Paraguay en 2019 causaron alrededor de 20,9 millones de dólares en pérdidas materiales.

FUENTE: WEFORUM