Las "lágrimas de las sirenas": cómo diminutas bolitas de plástico están inundando el medio ambiente

Las llamadas lágrimas de sirena, diminutas bolitas de plástico industrial, están invadiendo los océanos y costas del mundo, causando graves daños medioambientales y poniendo en riesgo la salud humana. Este tipo de microplásticos, del tamaño de una lenteja, fueron protagonistas del desastre ambiental que afectó a la costa atlántica del noroeste de Francia en 2023 y, dos años después, sus repercusiones persisten.
El desastre de 2023 en la costa francesa
En enero de 2023, cientos de miles de estos gránulos comenzaron a llegar a las costas de Bretaña y la región del Loira. Christophe Béchu, entonces ministro francés de Transición Ecológica, calificó el hecho como una “pesadilla” ambiental, atribuida a un posible derrame desde un contenedor perdido en el Atlántico.
A pesar de las labores de limpieza, las tormentas invernales de 2025 trajeron nuevamente estos contaminantes, según la unión de protección costera Vigipol.
Qué son y por qué son tan peligrosos
Los gránulos de plástico, fabricados a partir de derivados del petróleo como la nafta, miden entre 2 y 5 mm y son materia prima para productos como botellas, bolígrafos o piezas de automóviles.
Son altamente contaminantes: no se degradan, se dispersan con facilidad y pueden ser ingeridos por fauna marina, ingresando luego a la cadena alimenticia humana. Estudios han detectado microplásticos en la leche materna, el cerebro y la médula ósea.
Un cóctel químico que se adhiere a todo
Además de ser contaminantes por sí mismos, estos gránulos absorben sustancias tóxicas y bacterias como E. coli, aumentando su peligrosidad.
Difíciles de limpiar y fáciles de dispersar
No existe un método eficiente para su recolección masiva. Generalmente se recogen a mano con palas, aspiradoras o tamices, pero su ligereza les permite viajar miles de kilómetros por mar.
Vertidos industriales y transporte inseguro
Aunque los derrames durante el transporte marítimo llaman más la atención, la mayor parte de la contaminación proviene de zonas industriales y plantas productoras, donde las bolsas que los contienen se rompen con facilidad.
Intentos de regulación y negociaciones internacionales
Francia lideró en 2022 con una ley para prevenir vertidos, inspirando a la Unión Europea a implementar medidas similares en los próximos años. Sin embargo, a nivel global aún no existen regulaciones específicas, y las negociaciones de la ONU para un tratado contra la contaminación plástica siguen estancadas por diferencias políticas.
Un problema sin fronteras y en aumento
La producción mundial de plásticos podría aumentar un 70% para 2040, mientras que los residuos plásticos podrían triplicarse para 2060. Expertos advierten que sin medidas preventivas y control de la producción, los daños serán irreversibles.
FUENTE: FRANCE24