“Las filas son interminables en surtidores”: Siembra de granos a punto de paralizarse por falta de diésel

La crisis de abastecimiento de diésel golpea de lleno al sector productivo cruceño, según lo advertido por el vicepresidente de la Cámara Agropecuaria de Pequeños Productores del Oriente (Cappo), Demetrio Pérez, quien refirió que la falta del carburante tiene semiparalizadas las labores agrícolas en las provincias cruceñas.
De acuerdo con el reporte sectorial, la siembra de invierno, en pleno desarrollo, corre el riesgo de frenarse en seco, afectando a más de 400.000 hectáreas cultivables (entre Santa Rosa y Chané), donde se dan granos estratégicos como la soya y el sorgo.
”Todos los productores pequeños, medianos, que estamos ahí, haciendo filas, sufrimos porque no hay diésel”, denunció el ejecutivo al exponer que, aunque el carburante llega a surtidores de YPFB, no ocurre lo mismo con los surtidores privados, donde la demanda supera la oferta con creces.
Según el reporte, la situación se da desde hace varios días y “las filas son interminables en los surtidores”, temiendo que esta situación pueda agravarse en los próximos meses, teniendo en cuenta los antecedentes de 2024.
”Si no hay combustible, no se aplica, y el cultivo no espera, o la plaga no espera, eso te va bajando el rendimiento”, explicó Pérez. “Los trabajos estamos semiparalizados, por no decir paralizados, porque ya estamos perdiendo una época adecuada para poder trabajar”, agregó.
Afectación a la zafra cañera
La situación no es distinta para la zafra cañera, según el reporte de Juvenal Bonilla, presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Bolivia (CIAB), al señalar que esto compromete la cosecha de 180.000 hectáreas de caña, clave para la producción de etanol y azúcar.
“Arrancamos un nuevo mes y la falta de combustible sigue siendo un problema que golpea directamente a las actividades productivas”, dijo Bonilla. “Se estima que el paralizar la zafra puede afectar la producción de 13 millones de quintales de azúcar y 230 millones de litros de etanol”, precisó.
El impacto económico, según cálculos del sector, podría superar los $us 700 millones. Además, estarían en riesgo 20.000 empleos directos e indirectos, en un contexto en el que también se complica la renovación de al menos 20.000 hectáreas de cañaverales.
“No nos olvidemos que la caña produce mucho volumen”, indicó Bonilla, y recordó que solo el transporte de las 10 millones de toneladas de caña que deben cosecharse demanda cerca de 20 millones de litros de diésel.
La advertencia del sector productivo es clara: sin diésel, la campaña agrícola y cañera de 2025 está en jaque y los dirigentes lamentan la falta de compromiso del Gobierno que se vienen dando desde el año pasado.
FUENTE: UNITEL