El país sin aeropuerto ni moneda nacional donde casi nadie necesita trabajar

Liechtenstein, uno de los países más ricos de Europa, no solo destaca por su renta per cápita y baja tasa de desempleo, sino también por no tener ni aeropuerto propio ni moneda propia.
Liechtenstein: riqueza sin necesidad de trabajar ni aeropuerto propio
Este micro-Estado europeo, enclavado entre Suiza y Austria, es uno de los pocos países en el mundo sin aeropuerto. Para llegar en avión, los visitantes deben aterrizar en ciudades cercanas como Zúrich (Suiza) o Friedrichshafen (Alemania). Otra alternativa viable es llegar desde Austria, lo que demuestra la conexión estratégica del principado con sus vecinos europeos.
Economía basada en la banca y la industria, no en el turismo
Con una población de aproximadamente 40.000 habitantes, Liechtenstein posee una de las rentas per cápita más altas del continente. Su sistema de baja fiscalidad ha atraído grandes capitales y empresas, lo que ha reducido la necesidad de depender del turismo como fuente económica principal. La deuda pública es mínima, y el desempleo casi inexistente.
Vaduz y sus atractivos: naturaleza, vino y cultura
Aunque el turismo no es su principal motor económico, la capital Vaduz recibe a miles de turistas cada año. Sus viñedos en el valle del Rin, las rutas de senderismo en Malbun y el icónico castillo de Vaduz convierten al país en un destino atractivo para quienes buscan tranquilidad, naturaleza y riqueza cultural.
Un estilo de vida privilegiado en el corazón de Europa
Liechtenstein ofrece un modelo de vida envidiable: sin aeropuerto ni moneda propia, pero con estabilidad financiera, servicios de calidad y una población que, en muchos casos, no necesita trabajar para subsistir gracias a la solidez del sistema económico.
FUENTE: AS