Víctor Küppers, experto en psicología positiva: "No hay que admirar la inteligencia, hay que admirar si alguien es buena persona porque eso es un esfuerzo"

El reconocido doctor en Humanidades y experto en psicología positiva Víctor Küppers reflexiona sobre las cualidades que realmente merecen admiración. En sus conferencias, destaca que la bondad y la actitud positiva son mucho más valiosas que la inteligencia, ya que estas virtudes dependen del esfuerzo y no de la suerte genética.
Admiramos las cualidades equivocadas
En una sociedad que premia los títulos, el poder y el dinero, Küppers advierte que estamos admirando los valores equivocados. “Ser inteligente no tiene mérito —explica— porque depende del azar biológico, no del esfuerzo personal. Es como admirar a alguien por ser alto o tener las orejas pequeñas”.
Según el experto, cualidades como la amabilidad, la empatía o la honestidad requieren trabajo diario, mientras que la inteligencia o la belleza son rasgos innatos. Por eso, sostiene que deberíamos valorar más a las personas por su actitud y su manera de tratar a los demás, que por su talento o posición social.
La fórmula del valor personal según Küppers
Küppers propone una fórmula sencilla para medir el valor auténtico de una persona:
Valor = (Conocimientos + Habilidades) × Actitud
Mientras los conocimientos y las habilidades se pueden aprender, la actitud —dice— es lo que multiplica el potencial de cada individuo. Una persona con una actitud positiva, abierta al aprendizaje y al respeto, puede lograr mucho más que alguien con talento natural pero con una mentalidad negativa.
Ser buena persona es una decisión consciente
El psicólogo insiste en que la bondad no surge de forma automática, sino que debe cultivarse con acciones diarias: escuchar, ayudar, respetar, tener empatía y actuar con coherencia. “Querer ser buena persona debe ser una decisión consciente que se trabaja día a día”, afirma.
Para Küppers, el verdadero desarrollo personal empieza cuando dejamos de competir por ser los más inteligentes y nos enfocamos en ser más humanos.
La metáfora del puzzle: tener clara la “foto” de quién queremos ser
El experto propone un ejercicio sencillo: imaginar la “foto” de la persona que queremos llegar a ser. “Para hacer un rompecabezas, necesitas ver la foto. Sin ella, es imposible ubicar las piezas”, dice.
Esa “foto” es nuestra guía ética y emocional. Si deseamos que nos recuerden como personas amables y generosas, cada decisión y gesto diario debe acercarnos a esa imagen.
“Cada día cuenta en el camino hacia lo único que realmente merece la pena: ser buenas personas”, concluye Küppers.
FUENTE: 20 MINUTOS