Pelea institucional y personal de Alcalde y Gobernador pone en riesgo la limpieza urbana y genera incertidumbre en Tarija

Pelea institucional y personal de Alcalde y Gobernador pone en riesgo la limpieza urbana y genera incertidumbre en Tarija

Después de meses de tensiones y desencuentros entre la Gobernación de Tarija y la Alcaldía capitalina, el conflicto finalmente estalló en una disputa que impactará directamente en la ciudadanía. Servicios Eléctricos de Tarija (Setar) anunció que dejará de incluir en sus facturas el cobro de la tasa de aseo urbano, lo que obligará al Gobierno Municipal a asumir por cuenta propia la recaudación de este servicio, una tarea compleja que implica costos logísticos y administrativos adicionales.

El acuerdo entre ambas instituciones data de varios años y ha resultado funcional para ambas partes: Setar actuaba como agente de retención, descontando lo recaudado por el servicio de aseo y compensándolo con deudas por alumbrado público y otros conceptos. Sin embargo, este mecanismo también generaba críticas ciudadanas por la falta de claridad en las facturas eléctricas, donde los usuarios no diferenciaban con precisión los montos correspondientes a cada servicio.

El alcalde de Tarija, Johnny Torres, calificó la decisión de Setar como “una medida irresponsable” que afectará directamente a la limpieza urbana y, por ende, a la salud pública. “Es una decisión política que no piensa en la gente. Lo que lamento es que en la Gobernación se razone que como Johnny no está con Tuto entonces está con Rodrigo, y como está con Rodrigo, hay que reventarlo a Emat y a toda la Alcaldía”, cuestionó, sugiriendo que detrás del conflicto hay cálculos partidarios más que administrativos.

Por su parte, el gerente general de Setar, Marco Antonio López, defendió la postura institucional argumentando que el convenio ya no resulta sostenible y que la empresa eléctrica debe concentrarse en sus funciones esenciales. López señaló que el cobro de tasas ajenas a su competencia genera confusión entre los usuarios y complica los procesos internos de la compañía.

La pugna revive una relación política cada vez más deteriorada entre Óscar Montes, gobernador de Tarija, y Johnny Torres, alcalde capitalino. Ambos fueron aliados en la alianza electoral “Unidos” durante los comicios de 2021, pero las diferencias de gestión, liderazgo y estrategia política han ido debilitando los vínculos.

Analistas locales advierten que esta ruptura institucional podría tener efectos inmediatos sobre la población, especialmente si el municipio no logra implementar de manera rápida un nuevo sistema de cobro para el servicio de aseo urbano. La medida, además de generar incertidumbre, pone en evidencia la fragilidad de la coordinación entre los dos niveles de gobierno departamental y municipal.

La disputa, más allá de los argumentos técnicos, refleja el deterioro de una relación política que hace tiempo comenzó a romperse hilo por hilo, dejando como principal afectada a la ciudadanía tarijeña.

FUENTE: AGENCIAS