Liquidez, contrabando y conflicto en Perú complican abastecimiento de combustible

Varios factores han influido en una provisión irregular, principalmente de gasolina, al mercado cruceño. YPFB aseguró que el abastecimiento es normal, pero otros operadores directos del sector lo niegan

La falta de liquidez en Yacimientos Petrolíferos Fiscales  Bolivianos (YPFB), el conflicto político y social en Perú, y el contrabando se identifican como las principales causas que influyen en el aprovisionamiento regular de combustibles en el mercado interno.

“Por muchos años, YPFB ha abastecido la demanda en el mercado interno. Los bolivianos no hemos sentido desabastecimiento (...), por lo que la actual situación no es normal”, afirmó Álvaro Ríos, ex ministro de Hidrocarburos.

Todo comenzó a principios de este mes, cuando circuló en redes sociales información no oficial que anticipaba problemas en las entregas al mercado, como la del periodista Carlos Valverde.

“Las cargas se encuentran de momento suspendidas hasta recibir pagos pendientes de YPFB”, cita un mensaje de texto de un ejecutivo de Trafigura, multinacional que junto a Vitol es la mayor proveedora de carburantes de Bolivia.

“A partir del día jueves anterior (2 de febrero) hubo una baja sorpresiva, de 50 o 60%, en la entrega de Yacimientos a los surtidores”, informó César Mancilla, presidente de la Asociación de Transporte Independiente de Combustibles en Cisternas (Astic).

La Asociación de Surtidores de Santa Cruz (Asosur) confirmó que YPFB inició el 1 de febrero un proceso de “adecuación”, que incluye “recortes o disminuciones en la programación” de entregas de combustibles.

La petrolera estatal mantiene una posición única: el abastecimiento es normal, pero las evidencias en contra se acumulan.

“Sabemos por información de los propios colegas que están varados en las plantas del exterior, de Brasil, Paraguay, Argentina y Chile, que no están pudiendo cargar”, por falta de pago de YPFB. “Eso es lo que les dicen, que Yacimientos no ha autorizado el despacho”, dijo el martes el presidente de Astic.

“Nos quedamos casi 20 días en Ladário (Brasil, frontera con Bolivia), porque ahí nos dijeron que Yacimientos no estaba cancelando, que no había cupo para despachos”, contó el conductor de cisterna Juan Mamani, quien llegó el jueves pasado a Santa Cruz.

Según el cisternero, “por el mismo asunto, que Yacimientos no está cancelando”, hay unos 300 camiones esperando en Argentina, unos 500 en Paraguay y otros 500 en Mejillones (Chile). “Este problema es de Yacimientos”, sostuvo.

Ríos consideró que las causas para que haya filas en los surtidores son la alteración del suministro de carburantes que llegan desde Perú, donde las carreteras están bloqueadas; el “elevado” contrabando de estos productos (un 30% del diésel sale del país, según la CAO); la mayor demanda del mercado; el temor de la población porque no haya más combustible en los surtidores, lo que hace compre más de lo que necesita; y la falta de recursos suficientes para seguir importando gasolina.

Respecto al último punto, dijo: “El Gobierno dice que la economía está bastante sana; si es así, es cuestión de proveerle oportunamente los dólares a YPFB para que importe de manera normal y no se especule sobre este tema”.

Sin embargo, dijo, la situación del sector hidrocarburos en el mediano y largo plazo “es insostenible”, ya que la producción sigue cayendo y las importaciones afectan cada vez más las arcas del Estado.

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reportó que el 2022 el valor de las internaciones de combustibles y lubricantes ascendió hasta $us 4.365,4 millones, mientras que los ingresos por las exportaciones de gas natural sumaron $us 2.972,6 millones.

Yacimientos importa el combustible a un precio mayor en el mercado internacional (Bs 11,42 el litro de gasolina en Chile, por ejemplo) y lo vende a un menor precio en el mercado boliviano (Bs 3,74). El Gobierno central, le devuelve la diferencia o subsidio (Bs 7,68) no en dinero en efectivo, sino en Notas de Crédito Fiscal (Nocres), con las que la petrolera estatal paga menos impuestos.

“Los ingresos de YPFB sirven para pagar estas importaciones, pero esos ingresos cada vez son menores y ahora el Ministerio de Economía tiene que poner (dólares) en efectivo para pagar estas operaciones”, en desmedro de otros proyectos de inversión pública, sostuvo el consultor internacional César Santa Gadea.

“Subsidiar el 60% de las importaciones ha sido, sin duda, un duro golpe al flujo de caja de YPFB”, consideró Ríos. “Y puede ser que no tenga los recursos suficientes para atender todas las compras que necesita hacer”, agregó.

Según datos del Ministerio de Economía, el año pasado, en un mercado golpeado por la crisis de la guerra en Ucrania, la subvención al diésel y la gasolina llegó a unos inéditos $us 1.731 millones, 142% más que en 2021 ($us 714 millones). El subsidio a los combustibles de 2022 es casi la mitad de lo presupuestado para Salud en esta gestión ($us 3.540 millones).

YPFB “no puede” pagar todo. “Necesita tener un mínimo de capital operativo y lo que le debe quedar no debe alcanzar ni para el 30% de las importaciones. El resto tiene que venir del flujo de caja de Economía”, aseveró Santa Gadea

Las compras externas de diésel ya gasolina, precisó, se hacen en efectivo, debido a que ni YPFB ni el Estado boliviano son sujetos de créditos en el mercado exterior.

Hoy por hoy el problema está “más en la gasolina que en el diésel”, pero que eso puede cambiar en marzo, cuando en el agro inicie la cosecha, alertó Mancilla, representante de un sector que es subcontratado por los proveedores de YPFB y al que en general se le adeudan los pagos de hasta cinco meses. “El empresario dice que Yacimientos no le ha pagado, pero eso no puedo certificar”, expresó.

Datos del INE procesados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) dan cuenta que las importaciones de gasolina se aceleraron desde 2018, de 323,8 toneladas a 1.043 toneladas en 2022 (+215%). Los principales mercados de origen son Estados Unidos, Argentina, Suiza, Chile y Perú, aunque las internaciones estadounidenses y suizas podrían pasar por territorio peruano.

La importación de carburantes se presenta como un gran desafío para el país ya que no solo le resta recursos a YPFB, sino también a las reservas internacionales, como lo admitió esta semana el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro.