Crisis por combustible, dólares y aceite: aumentan las filas, protestas y precios en Bolivia

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Extensas filas de vehículos, protestas en las calles, alza del dólar paralelo y escasez de productos básicos marcan la jornada en Bolivia

Este jueves, la zona Sur de La Paz amaneció colapsada por extensas filas de vehículos en busca de combustible. En la calle “cero” de Obrajes, más de 60 camiones y alrededor de 140 vehículos livianos ocuparon hasta dos carriles desde la noche anterior, reflejando un panorama cada vez más complejo en el país.

A pesar de que la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) asegura que la distribución de carburantes es normal, las largas filas persisten en distintas estaciones de servicio a nivel nacional.

A esta situación se suma la creciente tensión económica, marcada por el alza del dólar paralelo y la cotización récord del dólar digital (USTD), que este jueves llegó a Bs 20, un máximo histórico en Bolivia. La noticia encendió las alarmas entre analistas y ciudadanos. El exdirector del Banco Central de Bolivia, José Gabriel Espinoza, advirtió que este comportamiento puede repercutir directamente en la inflación, por lo que urgió al Gobierno a tomar medidas inmediatas, como frenar la demanda de criptoactivos.

Mientras tanto, en las calles del centro paceño, mineros y comerciantes salieron a marchar exigiendo soluciones ante la falta de diésel y dólares, insumos clave para sus actividades económicas.

La preocupación también se traslada a los hogares. En varios mercados del país escasea el aceite comestible, y donde se encuentra, su precio se ha duplicado. Aunque el precio regulado por litro es de Bs 14, en algunos puestos se vende hasta por Bs 25 o más.

El ministro de Desarrollo Productivo, Zenón Mamani, denunció este jueves que hay comerciantes que están ocultando el producto para especular con su precio. “Hay gente que está acaparando y especulando con el aceite”, afirmó, asegurando que tanto el Gobierno como los productores han garantizado el abastecimiento.

El escenario económico boliviano se torna cada vez más incierto, mientras distintos sectores advierten sobre los impactos de esta crisis en la vida diaria de la población.