Ciudadano argentino denuncia presunta extorsión de la Aduana y destrucción de su vehículo en Tarija
Un ciudadano argentino denunció una presunta extorsión por parte de funcionarios de la Aduana Nacional en Tarija, luego de que su vehículo robado y recuperado fuera decomisado y sometido a un proceso de destrucción, pese a tratarse de un bien recuperado tras un delito.
Vehículo robado en Argentina fue recuperado en Tarija
El ciudadano argentino José Luis Sánchez relató que su motorizado fue robado en Argentina y posteriormente localizado en la ciudad de Tarija, Bolivia. Tras la recuperación, decidió acudir a las instancias correspondientes con el objetivo de regularizar la situación legal del vehículo y lograr su devolución.
Según su testimonio, el proceso tomó un giro inesperado cuando la Aduana Nacional procedió al decomiso del motorizado, iniciando un trámite administrativo que, finalmente, derivó en la determinación de su destrucción.
Denuncia de presunta extorsión por 10 mil dólares
Sánchez afirmó públicamente que dos funcionarios de la Aduana Nacional le habrían solicitado 10 mil dólares americanos a cambio de devolverle el vehículo recuperado. El ciudadano aseguró que no contaba con ese monto, por lo que rechazó cualquier pago irregular.
Proceso administrativo terminó con la destrucción del motorizado
Tras la negativa, indicó que el caso avanzó por la vía administrativa y culminó con la orden de destrucción del vehículo, hecho que —según denunció— se estaría ejecutando actualmente, pese a tratarse de un bien robado y posteriormente recuperado por su propietario legítimo.
Pedido de investigación y esclarecimiento del caso
El ciudadano argentino expresó su indignación, tristeza e impotencia, señalando que se siente desprotegido y sin respuestas claras por parte de las autoridades. En ese sentido, pidió a las instancias competentes investigar la presunta solicitud irregular de dinero y revisar los procedimientos aplicados por la Aduana.
Asimismo, solicitó que este caso sirva para evitar que hechos similares se repitan con otros ciudadanos, tanto extranjeros como bolivianos, que atraviesen situaciones similares en territorio nacional.