Caincotar advierte que el contrabando “desangra” la economía local de Tarija y pide acciones urgentes

La presidenta de la Cámara de Industria y Comercio de Tarija (Caincotar), Marina Ruiz Baldivieso, alertó sobre el impacto del llamado contrabando a la inversa, es decir, la salida ilegal de productos bolivianos hacia países vecinos, principalmente Argentina. Este fenómeno está provocando desabastecimiento interno, especulación de precios y un duro golpe a la economía local, especialmente en zonas fronterizas como Bermejo y Yacuiba.
Efectos directos: escasez y alza de precios en productos básicos
Según Ruiz, el contrabando ha derivado en:
- Escasez de alimentos básicos en los mercados locales.
- Incremento de precios al consumidor final, afectando con mayor fuerza a las familias de bajos ingresos.
- Distorsión de la economía interna, que perjudica la competitividad y formalidad del comercio local.
El sector empresarial se deslinda de actividades ilegales
En entrevista con PlusTLT, la presidenta de Caincotar recalcó que el empresariado formal no tiene vínculos con estas prácticas. “Como sector empresarial queremos dejar en claro que no somos contrabandistas ni participamos de esta actividad ilegal”, sostuvo Ruiz, subrayando que la exportación desde el sector privado se realiza bajo normas legales y sostenibles.
Ruiz explicó que el contrabando es ejecutado por actores informales y intermediarios que aprovechan las brechas de precios y la débil fiscalización estatal en los puntos fronterizos.
Caincotar pide al Estado asumir el control fronterizo
Ante esta problemática, Caincotar hizo un enérgico llamado al Gobierno nacional para que fortalezca los controles aduaneros y fronterizos. “Se necesita un control efectivo que evite el desvío ilegal de productos, garantizando la seguridad alimentaria y la estabilidad económica del departamento”, remarcó Ruiz.
Factores que impulsan el contrabando a la inversa
El fenómeno responde principalmente a:
- El diferencial cambiario y de precios con Argentina, que incentiva la compra de alimentos en Bolivia.
- La falta de controles aduaneros y migratorios eficientes.
- La presión inflacionaria interna que se agrava con la salida masiva de productos básicos.
Un problema estructural que amenaza la estabilidad local
Caincotar concluyó que el contrabando a la inversa se ha convertido en un problema estructural que erosiona la producción nacional, encarece la canasta básica y genera competencia desleal para el sector formal. Por ello, solicitó una respuesta inmediata y coordinada entre Gobierno, fuerzas de seguridad y empresarios, para proteger la economía local y los bolsillos de los consumidores bolivianos.