Ucrania, en su cuarto invierno de guerra: cinco escenarios para el fin del conflicto

La guerra entre Rusia y Ucrania se prolonga ya por más de 1.300 días, acercándose a la duración de la Primera Guerra Mundial y superando conflictos históricos como la Guerra de Corea o la Guerra Civil española. Sin señales claras de paz y con ambos ejércitos exhaustos, expertos internacionales delinean cinco posibles escenarios para el futuro del conflicto.

1. Donald Trump fuerza una paz precaria

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha reactivado la presión diplomática sobre Vladimir Putin. El expresidente busca aplicar su estrategia de “paz por la fuerza” tras su plan en Gaza, aunque analistas advierten que su margen de maniobra es limitado.

Washington considera ahora a Putin como el principal obstáculo para un alto el fuego. Sin embargo, el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) y el Centro Carnegie coinciden: cualquier acuerdo solo podría pausar la guerra, no terminarla. Para el Kremlin, la invasión de Ucrania sigue siendo una cuestión “existencial”.

2. La guerra escala y se contagia a países de la OTAN

El riesgo de una escalada militar preocupa a Europa. Servicios de inteligencia advierten sobre posibles provocaciones rusas contra los países bálticos, miembros de la OTAN.
Sabotajes, hackeos y violaciones del espacio aéreo ya forman parte de una guerra híbrida que podría salirse de control.

El ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, alertó que Moscú “podría atacar profundamente en Europa”. Cualquier error de cálculo en esta tensa frontera podría desencadenar un conflicto directo con la Alianza Atlántica.

3. El conflicto se prolonga hasta 2026

El escenario más probable es el estancamiento prolongado. Ni Kiev se rendirá, ni Putin puede retirarse sin una victoria simbólica. Europa continúa sosteniendo al Estado ucraniano, mientras China y Corea del Norte mantienen la economía y el suministro bélico rusos.

El ministro polaco Sikorski afirmó que Ucrania planifica la guerra para al menos tres años más, lo que refleja una guerra de desgaste sin final visible.

4. Rusia se debilita económicamente y se ve forzada a negociar

Por primera vez desde 2022, el Kremlin muestra preocupación real por la degradación de su economía. Las reservas líquidas rusas han caído a unos 31.000 millones de dólares, mientras que las exportaciones de petróleo sufren por los ataques ucranianos a refinerías.

El FMI redujo la proyección de crecimiento ruso a apenas 0,6 % en 2025, y la inflación se mantiene cercana al 9 %. Las tasas de interés superiores al 20 % frenan la inversión y agravan la recesión.
Según The Moscow Times, la economía rusa “ya no puede sostener la guerra a la intensidad actual más allá de 2026”.

5. Ucrania pierde apoyo internacional y cede ante Rusia

Aunque poco probable, un cambio político en Europa —con gobiernos más afines a Moscú— podría reducir la ayuda económica y militar a Ucrania.

La Unión Europea ha sido clave en mantener el Estado ucraniano a flote: el programa Ukraine Facility garantiza 50.000 millones de euros para servicios básicos, mientras que la European Peace Facility canaliza fondos para armamento, entrenamiento y munición.

Sin este respaldo, Ucrania enfrentaría enormes dificultades para continuar su resistencia frente al ejército ruso.
FUENTE: EL MUNDO