Tarija llora la partida del padre Juan Vega, guía espiritual de la Fiesta Grande de San Roque

La ciudad de Tarija amaneció este domingo conmovida y con profundo pesar. La noticia del fallecimiento del padre Juan Vega, querido párroco de la iglesia San Roque, sacudió no solo a la comunidad católica, sino también a toda la población que alguna vez encontró en su palabra consuelo, guía espiritual o un gesto de ternura.

El padre Juan partió a la casa del Padre tras varias semanas de lucha contra las secuelas de un accidente cerebrovascular. Su salud se agravó en los últimos días, pese al incansable trabajo del personal médico y a las oraciones elevadas desde cada rincón del departamento. Fue trasladado al Hospital Católico de Santa Cruz, donde, en la madrugada del domingo 20 de julio, entregó su alma en paz.

“No solo era un sacerdote, era un amigo, un hermano, un hombre de fe que nos abrazaba con la mirada”, expresó entre lágrimas una feligresa frente a la iglesia donde el padre Juan celebraba misa cada domingo. La parroquia San Roque, que cada septiembre se convierte en el corazón de la tradicional Fiesta Grande, no volverá a ser la misma sin su voz pausada y su presencia humilde.

Hace apenas unos días, el padre Juan celebraba sus 31 años de vida sacerdotal, dedicados al servicio espiritual y humano de los más necesitados. Su ministerio estuvo marcado por la cercanía con su gente: acompañó a enfermos, consoló a familias enteras y caminó al lado de su comunidad en los momentos más difíciles y en las fiestas más memorables. Fue, por décadas, un pilar silencioso pero firme en la vida de cientos de tarijeños.

La Diócesis de Tarija emitió un comunicado lleno de fe y cariño:

“La comunidad católica comunica la partida del padre Juan Vega a la casa del Padre. Rezamos por su eterno descanso. Dios lo tenga en su gloria. Unidos en oración”.

La conmoción se reflejó inmediatamente en las redes sociales, donde cientos de mensajes, fotografías y recuerdos comenzaron a circular, como un eco colectivo de gratitud y despedida. Sus fieles lo despiden con rosarios en mano, lágrimas en los ojos y el corazón apretado, confiando en que su legado de amor, servicio y fe seguirá iluminando cada rincón de la parroquia San Roque.

En las próximas horas, la diócesis dará a conocer los horarios de las celebraciones eucarísticas para honrar su memoria. Tarija entera lo acompañará en su última despedida, como él acompañó a su pueblo durante toda su vida sacerdotal.