Tarija lanza concurso ‘200 Sabores del Bicentenario’ en homenaje a los 200 años de independencia

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Con el objetivo de rendir homenaje a la diversidad culinaria del país, el Gobierno Autónomo Departamental de Tarija presentó oficialmente el concurso nacional “Los 200 Sabores Bolivianos del Bicentenario”. La iniciativa busca reunir recetas tradicionales de todo el país como parte de las celebraciones por los 200 años de la independencia de Bolivia.

El acto de lanzamiento se realizó en la capital chapaca y estuvo liderado por el secretario de Desarrollo Productivo, Efraín Rivera, quien remarcó el papel fundamental de la gastronomía como expresión cultural y motor económico.

“A nombre de nuestro gobernador Oscar Montes Barzón, lanzamos este concurso que quiere rescatar los sabores que nos identifican como bolivianos”, expresó Rivera, señalando que muchos platos típicos ya forman parte del imaginario colectivo nacional. “Cuando pensamos en saice, pensamos en Tarija; si hablamos de majadito, nos vamos a Santa Cruz; y si decimos charquekán, pensamos en Cochabamba o La Paz”.

Andrea Aramayo, directora de Protocolo del GADT y representante del gobernador, destacó el valor simbólico del certamen, impulsado a nivel nacional por el Ministerio de Culturas, como una forma de fortalecer la identidad a través de los sabores.

“Este concurso no solo celebra nuestras tradiciones, sino también a quienes han sabido preservar las recetas y sabores que nos unen como país”, indicó. Además, hizo una invitación abierta a cocineras y cocineros, profesionales o aficionados, a sumarse a esta propuesta.

Aramayo también resaltó la riqueza culinaria de Tarija, mencionando platos como la sopa de maní, el saice chapaco, las empanadas blanqueadas y productos típicos como las uvas y los vinos de altura.

La convocatoria busca que cada región aporte con sus preparaciones más representativas a esta muestra gastronómica nacional. “Estoy segura de que los 200 sabores se van a quedar cortos. Bolivia tiene mil, o quizás más”, concluyó.

El concurso pretende rendir tributo a quienes cocinan con el alma, preservando ingredientes e historias que forman parte del alma de Bolivia, proyectando su cocina como símbolo de unidad y patrimonio cultural ante el mundo.