Regantes de Tarija alertan sobre reducción en la disponibilidad de agua y piden modernizar sistemas de riego

Federación de Regantes Tarija reunión

Federación de Regantes advierte que el agua ya no alcanza como antes y urge invertir en riego tecnificado para enfrentar el cambio climático en el valle central de Tarija.

El agua no dura lo mismo que antes en el valle tarijeño

Giovanny Quispe, presidente de la Federación de Regantes de Tarija, manifestó su creciente preocupación por los efectos del cambio climático en la disponibilidad del recurso hídrico, clave para el sector agrícola del valle central. Aunque reconoció que este año las lluvias fueron favorables y los caudales están a buen nivel, advirtió que la situación puede cambiar en pocas semanas debido al aumento sostenido de las temperaturas.

“El agua hoy en día no está durando como antes. Antes alcanzaba para una semana de riego continuo, ahora solo cubre tres días. Es la consecuencia directa de las olas de calor que aceleran la evaporación y la pérdida del agua almacenada”, explicó Quispe.

Urge modernizar los sistemas de riego

Frente a este panorama, Quispe hizo un llamado a los pequeños y medianos productores para trabajar juntos en la modernización de los sistemas de riego, migrando hacia tecnologías como el goteo y la aspersión que permitan optimizar el uso del recurso. “Ya no podemos seguir con métodos obsoletos que desperdician agua. Es urgente cambiar para garantizar la producción agrícola”, remarcó.

Exigen inversiones públicas y capacitación técnica

El dirigente pidió también a los gobiernos nacional, departamental y municipal priorizar inversiones en infraestructura hídrica y programas de capacitación técnica para adaptarse al cambio climático. “No se trata solo de producir más, sino de hacerlo de manera eficiente y sostenible, porque el agua es cada vez más escasa”, subrayó.

Un problema que amenaza la seguridad alimentaria

La Federación de Regantes de Tarija agrupa a cientos de comunarios y asociaciones de productores que dependen directamente del riego para sus cultivos de hortalizas, vid y frutales. En este contexto, el cambio climático se convierte en una amenaza directa para la seguridad alimentaria y la economía rural del departamento, que exige acciones inmediatas.