Maduro gana elecciones legislativas y regionales marcadas por la abstención

El chavismo está “más vigente y fuerte que nunca”. Así lo aseguró el presidente venezolano, Nicolás Maduro, poco después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por su Gobierno, le adjudicara un triunfo contundente en las elecciones regionales y legislativas, celebradas el domingo 25 de mayo.
23 de los 24 cargos de gobernador en juego quedaron en manos del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), según anunció Carlos Quintero, vicepresidente del CNE, quien dio a conocer los resultados con el conteo por encima del 93%. De este modo, el oficialismo suma tres regiones a su dominio, además de la Guayana Esequiba, recientemente creada como estado venezolano, pese a ser un territorio en disputa con Guyana, por lo que existe un litigio pendiente en la Corte Internacional de Justicia.
El único territorio sin teñirse de rojo es Cojedes (occidente), donde el actual gobernador, el opositor Alberto Galíndez, resultó reelegido.
Antes de las elecciones, el chavismo ya tenía bajo su mando 19 de 23 gobernaciones.
Además, según el CNE, el partido gobernante obtuvo la mayoría de escaños en la Asamblea Nacional (AN), al obtener una "tendencia irreversible" con 40 de los 50 cargos "de listas de adjudicación nacional" para el Parlamento unicameral del país. Asimismo, señaló que el oficialista Jorge Rodríguez, actual presidente del Legislativo, fue reelegido como diputado, mientras que el opositor y dos veces candidato presidencial Henrique Capriles obtuvo un escaño.
Quintero anotó que la coalición oficialista, encabezada por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), sumó 4.553.484 votos o un 82,68% de los votos.
Previo a los comicios del domingo, el movimiento político de Maduro ya controlaba más de 90% de los escaños del Legislativo.
Otros partidos y distintas alianzas obtuvieron un 17,31% de los votos escrutados, destacó Quintero.
En total, se elegían 285 diputados de la Asamblea Nacional unicameral y 24 gobernadores.
Sin embargo, se trató de unos comicios marcados por una muy baja participación, el desinterés ciudadano-tras décadas de chavismo que controla todas las instituciones y autoridades del país- así como de los llamados de una parte de la oposición a abstenerse de acudir a las urnas.
Elvis Amoroso, presidente del Consejo Nacional Electoral venezolano —ente cuestionado internacionalmente a raíz de las últimas elecciones presidenciales por no haber difundido hasta ahora las actas de votación—, compareció al final de la noche y dijo estar “orgulloso” por el desarrollo de la jornada.
Pero sus palabras contrastan enormemente con la oposición. La líder antichavista, María Corina Machado, aseguró que más del 85 % de los venezolanos "desobedeció" y no votó en los comicios, lo que calificó como una nueva derrota para el "régimen criminal" de Maduro.
“Dijimos ‘no’. Hoy fracasó la estrategia de terror del régimen. Creyeron que a punta de amenazas iban a doblegar a la gente y eso lo que provocó más rabia, hasta en los empleados públicos, que también dijeron ‘no’”, subrayó la dirigente política.
Machado había llamado a boicotear los comicios argumentando que no procedía participar “en elecciones de ningún tipo” hasta que se reconozca el resultado del 28 de julio del año pasado. Esa postura, avalada por numerosos dirigentes opositores, concedió una amplia ventaja a los candidatos de la coalición oficialista.
Y es que los comicios del domingo fueron convocados el pasado enero, luego de la controvertida elección presidencial de julio de 2024, en la que el organismo electoral proclamó ganador a Maduro. La oposición —que presentó pruebas de la victoria de su candidato Edmundo González por una ventaja de 2 a 1 frente al presidente— y varios gobiernos de la región, así como Estados Unidos y Europa desconocieron el anuncio oficial que daba la reelección a Maduro por seis años más.
La jornada electoral arrancó con muchos centros de votación vacíos, según constató la agencia de noticias AP en recorridos por el centro y el este de Caracas, en un marcado contraste con las elecciones presidenciales del 28 de julio.
“No voy a votar, no creo en el CNE (la autoridad electoral), no creo que vayan a respetar el voto”, afirmó Carlos León, un chofer de camión de 41 años, quien tomaba un café a pocos metros de un desolado centro de votación en el centro de Caracas.
La agencia de noticias EFE también constató durante el domingo poca afluencia en una decena de centros en el estado Miranda (norte) y en Caracas, entre ellos, uno de los más importantes de la capital, el liceo Andrés Bello, en el municipio chavista de Libertador, donde están ubicadas las sedes de los poderes públicos.
Una excepción fue el liceo Fermín Toro, cercano al Palacio de Miraflores -sede del Gobierno-, donde hubo temprano una cola de decenas de funcionarios de la Guardia de Honor -organismo militar encargado de la seguridad presidencial- y de cuerpos de seguridad.
En Maracaibo, capital del Zulia, donde el gobernador opositor Manuel Rosales buscaba la reelección, ocho de los diez centros recorridos por EFE estaban vacíos y los otros dos con muy poca cantidad de votantes.
Entretanto, en el municipio Sifontes de la región sureña de Bolívar, EFE constató que tampoco hubo colas en los centros electorales de los poblados que votaban por los 16 cargos para el estado Guayana Esequiba.
De hecho, miembros de partidos dijeron que se registró una "baja participación".
En cambio, en zonas más apartadas y ocupadas por poblaciones indígenas, la presencia de electores fue superior, según confirmaron a EFE varios de los candidatos a la Gobernación del Esequibo, una región que administra Guyana.
FUENTE: OPINION