Exautoridades del MAS continuaron el diálogo con la Iglesia tras posesión de Añez como presidenta

Mesa de diálogo en 2019. Foto: Internet

El 2021, la Conferencia Episcopal Boliviana publicó la Memoria del proceso de pacificación en Bolivia octubre de 2019 a enero de 2020, documento en el que niegan las acusaciones de "golpe de Estado"

Luego que la senadora Jeanine Añez asumió la presidencia del Estado el 12 de noviembre de 2019, exautoridades y legisladores del Movimiento al Socialismo no se opusieron a continuar con el diálogo que se reinstaló dos días después, incluso participaron delegados del gobierno transitorio, como el entonces ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano.

El 14 de noviembre de 2019 se reinició el diálogo para la pacificación. Representó la etapa más larga y con una mayor participación de actores, con el objetivo de buscar acuerdos que posibiliten la pacificación política del país.

“Continuó la facilitación del diálogo por parte de la Iglesia Católica junto con la Unión Europea y la Embajada de España.  Esta etapa inició el 14 de noviembre. La misma fue propiciada por el embajador de la UE y el exministro de Justicia, Héctor Arce”, se lee en la Memoria de los hechos del proceso de pacificación en Bolivia entre octubre de 2019 y enero de 2020, presentada el 15 de junio de 2021.

El MAS participó en todas las etapas del diálogo, pues para el equipo facilitador la presencia de este actor político era fundamental no solo para la pacificación, sino para el establecimiento de acuerdos. En su memoria hacen notar que el proceso de diálogo empezó mucho antes de la renuncia del entonces presidente Evo Morales.

Inició el 7 de noviembre cuando Manuel Canelas en ese entonces ministro de Comunicación se comunicó con la CEB, quien solicitó a la Iglesia colaborar en la pacificación del país. Planteó facilitar un clima propicio favorable con miras a una segunda vuelta y evaluando la posibilidad de un diálogo con los actores

¿Quiénes participaron en esa etapa?

Al inicio participaron en la facilitación: Por la Conferencia Episcopal Boliviana: el secretario General, monseñor Aurelio Pesoa; el obispo de El Alto, monseñor Eugenio Scarpellini; el obispo Auxiliar de El Alto, monseñor Giovani Arana, el secretario General Adjunto, P. José Fuentes Cano y Juan Carlos Núñez; por el cuerpo diplomático: el embajador de la Unión Europea, León de la Torre, el jefe de delegación de la UE adjunto Jörg Schreiber, el embajador de España, Emilio Pérez de Ágreda y la ministra consejera de la Embajada de España, Cristina Borreguero Ballesteros.

Por los partidos políticos: por el MAS la senadora Adriana Salvatierra y la diputada Betty Yañíquez y exprocurador general del Estado, Pablo Menacho; por Comunidad Ciudadana, Ricardo Paz; por Unidad Nacional, Samuel Doria Medina; por Unidad Demócrata, Oscar Ortiz, la Diputada Shirley Franco Rodríguez y Luis Vásquez; y el exdiputado Roberto Moscoso; por parte del Gobierno de transición: el nuevo ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano.

En las próximas reuniones variaba la participación de los actores, por ejemplo, incursionó el exministro de Gobierno Carlos Romero, el exministro de Defensa Javier Zavaleta; pero también las que eran autoridades del Legislativo de la bancada del MAS como Eva Copa, Omar Aguilar, Milton Barón, Efraín Chambi, Adriana Salvatierra.

En esta etapa de pacificación los delegados al diálogo definieron un orden del día de cuatro puntos: 1. Desmovilización, cese paulatino de la violencia. 2. Carácter transitorio del nuevo Gobierno. 3. Selección de miembros del Órgano Electoral y convocatoria a nuevas elecciones.

Sin embargo, ese día en la mañana el diálogo giró en torno a las condiciones que ponía el MAS antes de avanzar con la agenda. “Estas fueron: garantías y seguridad para exautoridades del gobierno del MAS, salvoconductos para salir del país y la posibilidad de regreso a Bolivia del expresidente Evo Morales. No se pudo avanzar en otros temas”, se lee en la memoria.

El 15 de noviembre llega al país el enviado especial secretario General de las Naciones Unidas para intermediar en el conflicto, Jean Arnault, que se sumó al diálogo. Ese mismo día se produce los luctuosos hechos en Sacaba.

El 16 de noviembre, el exministro Romero se contacta con el equipo de facilitación para proponer que se instalen mesas de diálogo para consensuar con los partidos políticos una ley de convocatoria a las elecciones generales.

El 18 de noviembre, en la tarde no se instaló el diálogo porque los exministros Arce, Romero, Zaconeta y la senadora Salvatierra se negaron a participar. Aunque se conoció que, en la sede de la ONU, el entonces ministro Jerjes Justiniano se reunió con estas exautoridades, donde surgieron importantes acuerdos para la pacificación.

El 19 de noviembre ocurrió la masacre en Senkata, con el saldo de muertos. Ese día, el grupo de facilitadores (CEB, UE, ONU, Embajada de España) se reunió con la presidenta y se dio consejos para una transición pacífica y mantener condiciones abiertas a ese proceso.

El 20 de noviembre comenzó el contacto del grupo de facilitadores del diálogo con la nueva Presidente del Senado, Eva Copa, el nuevo Presidente de Diputados, Sergio Choque y toda la bancada del MAS. Se mostraron abiertas a la escucha y a entablar el diálogo con nuevas actitudes.

“Con la amargura y la preocupación de un país enfrentado, tras varias reuniones preparatorias, el 21 de noviembre por la noche se instaló el diálogo para consensuar los puntos de la ley para convocar a elecciones, en la sede de NN.UU. Una reunión difícil que terminó en la madrugada. Fue evidente para los facilitadores de diálogo que existían dos posturas en el MAS: la de las exautoridades y la de aquellos que estaban en funciones”.

El 22 de noviembre, la Asamblea sesionó y aprobó la “Ley de Régimen Excepcional y Transitorio para la Realización de Elecciones Generales”, que fijaba un plazo de 20 días para que la Asamblea eligiera a los miembros del Tribunal Supremo Electoral. “Consolidando así un nuevo proceso eleccionario y la continuidad de la democracia”.

Reunión con los movimientos sociales un hito para la desmovilización

El 23 y 24 de noviembre se realizó en Palacio Quemado el encuentro del Gobierno con los movimientos sociales, proceso del que participaron los facilitadores del diálogo.

“Este fue el hito que marcó la desmovilización y la pacificación del país. Terminó con la promulgación de la Ley 1266 por Jeanine Añez y Eva Copa, que hoy permite la gestión del Gobierno que se tiene en ejercicio y que fue elegido precisamente en ese proceso electoral. Desconocer la legitimidad del gobierno transitorio de la presidente Jeanine Añez y la continuidad del mandato del Órgano Legislativo, es desconocer la legitimidad del Gobierno actual”, sigue el texto de la memoria.

Entre el 26 de noviembre y el 5 de diciembre se dio otro proceso para la consolidación de los acuerdos a través de acciones concretas. En esa línea, el equipo de facilitadores también acompañó todas las reuniones para acordar la designación de los vocales del Tribunal Supremo Electoral y de los vocales de los tribunales electorales departamentales. Además de la calendarización hacia las nuevas elecciones generales.

En esta etapa se abrieron las mesas de diálogo a los diferentes actores políticos de los partidos especialmente, y en algunas situaciones a las organizaciones sociales.

En sus apuntes finales de esa memoria, la Iglesia rechaza toda acusación de un presunto golpe en 2019.

·  Recalcamos y damos fe en nuestro carácter de facilitadores de todo este proceso de diálogo, que en ningún momento este grupo tuvo carácter de decisión. Siempre hubo conciencia de que la decisión estaba en manos de los actores políticos representados en la Asamblea Legislativa Plurinacional, en apego al marco constitucional boliviano.

·  El grupo de facilitadores invitó a los diferentes actores, entre ellos miembros del gobierno de Evo Morales y asambleístas del MAS con el único objetivo de buscar soluciones para abrir la puerta a una pacificación del país, ante la violencia generada por las denuncias de fraude y por el vacío de poder.

·  El compromiso de la Iglesia Católica es con el pueblo boliviano y con la paz. Más allá de colores políticos, de intereses personales o de otra índole, por lo que siempre estará comprometida con la no violencia, la justicia, el respeto a la dignidad de todas las personas y la verdad.

·  La Iglesia Católica rechaza toda acusación relativa a conspiración, propiciación, encubrimiento u otra forma de actuación que se relacione con un supuesto golpe de Estado.

·  La Iglesia Católica tiene la misión de decir la verdad, llamando siempre a la paz y a la construcción de un mejor país para todos, sin discriminación.

·  Lo que se hizo fue facilitar un complejo proceso de diálogo, buscando el bien común y la paz de todos. Motivo por el cual lo seguirá haciendo, siguiendo el ejemplo de Jesucristo. ¡Que la verdad nos haga libres! sostiene la Iglesia.

En esta memoria también recuerdan que el MAS a través de la entonces senadora Adriana Salvatierra estuvo de acuerdo con la presidencia de Añez, pero que después no cumplieron el acuerdo para la sesión del 12 de noviembre.

Durante todo ese periodo, el MAS participó con diferentes delegados de las mesas de diálogo, y fue parte de los acuerdos incluso con exministros del gobierno transitorio de Jeanine Añez.

Fuente: ANF