El mayor yacimiento de petróleo del mundo es inagotable: escupe crudo desde 1948 y ahora va a por la revolución del gas

En las vastas arenas del desierto de Arabia Saudí, un gigante dormita bajo la superficie: el yacimiento petrolífero de Ghawar. Este coloso, ubicado en la provincia de Al-Ahsa, al este del país, es el yacimiento de petróleo convencional más grande del mundo, y su historia es inseparable de la de Arabia Saudí como potencia energética global. Desde su descubrimiento en 1948, Ghawar ha bombeado una cantidad impresionante de crudo, con cifras que superan los 65.000 millones de barriles extraídos hasta la fecha. Este asombroso volumen representa aproximadamente un tercio de toda la producción acumulada del reino. Aunque este gigante ha empezado a mostrar síntomas de cansancio, el avance de la tecnología está permitiendo que Ghawar alumbre una nueva revolución. Además del petróleo, Aramco ha comenzado a extraer tight gas (conocido como gas de baja permeabilidad, de esquisto o gas no convencional). El yacimiento que ha producido una buena parte de la riqueza de Arabia Saudí (y alimentado el ingenio para dar de beber a sus habitantes) no para de sorprender.

En noviembre del año pasado, Aramco anunció que había producido su primer gas de esquisto no convencional en el proyecto Ghawar South, con una producción de hasta 300 millones de pies cúbicos diarios de gas. Las características geológicas de Ghawar son tan impresionantes como su producción. El yacimiento se asienta sobre formaciones de piedra caliza del Jurásico conocidas como el reservorio Arab-D, con una porosidad excepcional que facilita la extracción de crudo. Esta riqueza geológica se complementa con avanzadas técnicas de extracción, como la inyección de agua, implementada desde la década de 1960 para mantener la presión y prolongar la vida útil del yacimiento.

Gracias a lo señalado, Ghawar es un yacimiento extremadamente prolífico en petróleo. Se cree que cuando se descubrió albergaba cerca de 100.000 millones de barriles de crudo. En 2024 quedarían unos 30.000-35.000 millones aún por extraer. Además, ahora se ha visto que también tiene potencial para extraer gas, lo que da un impulso extra al que ha sido el yacimiento más importante de la historia de Arabia Saudí. Se estima que hasta un tercio de todo el crudo extraído a lo largo de la historia del reino proviene de este yacimiento. Por ejemplo, Vaca Muerta, el mayor yacimiento de petróleo no convencional (el de Ghawar es convencional) de Sudamérica tiene unos 16.000 millones de barriles de crudo de reservas probadas.

El petróleo de Ghawar

La magnitud de Ghawar es difícil de concebir. Con una extensión de 280 kilómetros de largo y hasta 36 kilómetros de ancho, abarca un área de más de 8.400 kilómetros cuadrados. En su apogeo, en 1981, llegó a producir 5,7 millones de barriles por día, un récord histórico nunca igualado por otro yacimiento. Aunque su capacidad máxima actual ha disminuido, situándose en 3,8 millones de barriles diarios, según datos recientes de Saudi Aramco, Ghawar sigue siendo una pieza central en la estrategia energética saudí. Para que se hagan una idea, en la actualidad (pese a no estar en su plenitud), este yacimiento podría abastecer la demanda de petróleo de tres 'Españas' enteras.

Situación en el mapa de Ghawar. Fuente: Saudi Aramco

El yacimiento está dividido en seis áreas principales: Fazran, Ain Dar, Shedgum, Uthmaniyah, Hawiyah y Haradh. Estas regiones albergan refinerías y plantas de procesamiento que no solo producen petróleo, sino también gas natural. Por ejemplo, la planta de Uthmaniyah es una de las más grandes del mundo en procesamiento de gas, mientras que la planta de Hawiyah maneja 2.600 millones de pies cúbicos de gas al día, lo que contribuye significativamente a la autosuficiencia energética del propio yacimiento (utiliza el gas para cubrir parte de sus necesidades de funcionamiento) y del país.

La influencia de Ghawar en la economía saudí ha sido más que notable. Desde los años cincuenta, cuando comenzó su explotación, este yacimiento ha sido un pilar en la transformación de Arabia Saudí de un reino dependiente de la agricultura a una de las economías con una de las rentas per cápita más elevadas del mundo, aunque lo cierto es que esta riqueza está mal distribuida. Los ingresos generados por el petróleo de Ghawar han financiado infraestructuras, sistemas de educación y programas sociales que han modernizado al país en menos de un siglo.

Sin embargo, la edad de Ghawar plantea preguntas sobre su futuro. Los analistas estiman que más del 60% de sus reservas iniciales ya han sido extraídas, y aunque las técnicas avanzadas, como la inyección de agua a presión, han mantenido su producción estable, el declive es inevitable. Aramco ha implementado sistemas para prolongar la vida útil del yacimiento, pero los desafíos geológicos y técnicos aumentan con cada barril extraído.

El misterio del yacimiento

Durante años, este yacimiento ha sido una suerte de misterio, puesto que Arabia Saudí no concedía información precisa sobre el mismo. Sin embargo, con la salida a bolsa, Aramco tuvo que hacer un ejercicio de transparencia y conceder los niveles de producción reales del yacimiento. Esto generó una situación curiosa, puesto que la Agencia de la Energía de EEUU, a través de los satélites americanos y la información obtenida, creía que Ghawar bombeaba cada día casi 6 millones de barriles diarios. Sin embargo, Aramco tuvo que admitir que la cantidad era muy inferior y se situaba en la zona de los 4 millones de barriles diarios en 2019. Aun así, Ghawar seguía y seguirá siendo el yacimiento de crudo más grande del mundo por mucha diferencia.

El impacto de Ghawar no se limita al ámbito nacional. En el escenario geopolítico, este yacimiento ha consolidado a Arabia Saudí como un actor clave en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y en los mercados globales. Su capacidad para ajustar la producción de Ghawar le ha permitido influir en los precios del petróleo, generando tensiones y alianzas estratégicas en igual medida. Arabia Saudí produce en la actualidad unos 9 millones de barriles diarios de petróleo, lo que supone alrededor del 10% de producción global. Aunque el reino ha perdido peso en el mercado de petróleo mundial, sus yacimientos siguen siendo una pieza clave en el mundo del crudo, más teniendo en cuenta que Arabia Saudí es el país con la mayor capacidad ociosa de producción del mundo. Esto quiere decir que si Riad quisiera podría producir cerca de 13 millones de barriles diarios de petróleo. No lo hace porque ahora mismo la OPEP se encuentra inmersa en una estrategia basada en recortes de producción para mantener los precios del crudo 'artificialmente' altos.

No obstante, los mejores tiempos para el gran yacimiento saudí en cuanto al petróleo parecen haber quedado atrás. Aunque aún tiene crudo para muchos años, poco a poco irá perdiendo peso. De modo que aunque Ghawar es sinónimo de abundancia, también es un recordatorio de la necesidad de diversificar fuentes de energía. La dependencia de un recurso finito plantea riesgos económicos y ambientales, especialmente en un contexto global donde las energías renovables ganan protagonismo. Arabia Saudí, consciente de esta realidad, ha lanzado programas como Vision 2030 para diversificar su economía, pero Ghawar sigue siendo, por ahora, el corazón palpitante de su riqueza.

"Arabia Saudí busca aumentar su capacidad de generación de electricidad a partir de gas natural y fuentes de energía renovable como parte de la Visión 2030 del país. La Saudi Power Procurement Company (SPPC) adjudicó licitaciones para cuatro proyectos de plantas de energía a gas natural en octubre de 2023 y comenzó a recibir ofertas para cuatro proyectos adicionales en enero de 2024. Cada proyecto tiene 1,8 gigavatios (GW) de capacidad adicional.

También, el gobierno saudí tiene más de 21 GW en proyectos de energía renovable planificados a mediados de 2024, la mayoría de los cuales son para energía solar", aseguran desde la EIA de EEUU en su última actualización de la ficha país de Arabia Saudí. Ahora, también Ghawar se suma a la revolución del gas como se señalaba anteriormente. En conclusión, el yacimiento petrolífero de Ghawar no es solo un prodigio de la ingeniería y la naturaleza, sino también un símbolo de cómo un recurso puede moldear la identidad de una nación. Su legado trasciende el petróleo que fluye de sus profundidades: es la historia de un país que encontró en sus arenas una riqueza que cambió su destino y el del mundo.