El corazón creativo de Las Majas tiene nombre: Lucía Camacho

Desde hace varios años, Lucía Camacho se abrió paso con solidez, resonando dentro de la escena musical boliviana. Compositora, productora, cantante y guitarrista, ha construido una carrera que destaca por su coherencia artística, su enfoque integral y una manera muy personal de entender la música desde la raíz hasta el escenario. Su trabajo al frente del grupo Las Majas la ha convertido en una voz activa dentro de una nueva generación de creadoras bolivianas. Hoy, se posiciona como una pieza fundamental dentro del panorama musical nacional.

Lucía es el motor creativo detrás de Las Majas, cuarteto femenino que también integran Ana Lucía Dalence, Isis Alvarado y Mayarí Romero. Bajo su dirección artística y estratégica, el grupo se ha convertido en un referente nacional, combinando música, gestión y una propuesta sólida con identidad propia. La banda ha sido reconocida con el Premio Joven (2017), un homenaje oficial de la Cámara de Diputados de Bolivia (2023), y fue nominada como Grupo del Año en los Bolivia Music Awards 2024.

Uno de los momentos clave en la carrera de Camacho fue la creación de “Caporal 21” (2018), obra con la que obtuvo el Premio Plurinacional Eduardo Abaroa a la Mejor Composición Femenina, otorgado por el Ministerio de Culturas a nivel nacional. El reconocimiento marcó un antes y un después en su trayectoria.

Lucía no solo interpreta canciones: las construye desde su esencia. Cada arreglo, cada decisión técnica y cada interpretación vocal pasan por sus manos. Su presencia autoral es total, y su versatilidad le permite moverse con naturalidad entre géneros como el pop, el indie, el folk y la fusión latina.

Ha compartido escenario con artistas como Carlos Baute, Débora Falabella y diversas orquestas de prestigio, y ha llevado su propuesta a escenarios internacionales en Brasil y Colombia, además de presentaciones en televisión nacional, documentales culturales, festivales como U Rock y conciertos a cargo de Billboard Bolivia.

Lucía Camacho es parte de la generación de artistas que no solo hacen música: la piensan, la gestionan y la viven con propósito. En un país lleno de talento, ella ha elegido un camino sin atajos: uno de convicción artística, autenticidad y visión a largo plazo.