El Barcelona remonta en el 96' ante el Celta: media hora de locura puede valer media liga

Media hora antes del final del partido entre FC Barcelona y Celta de Vigo, el relato de casi todas las crónicas iba encaminado a loar la hazaña de Borja Iglesias con su hat-trick, que entonces afianzaba al Celta en zona europea, y contar que el Barça confirmaba los peores síntomas de pagar el desgaste de las últimas semanas que ya asomaron contra Betis, Leganés y Dortmund , sin olvidar que el Real Madrid pasaba a depender de sí mismo para ganar la liga.

Ahora, es imposible no volver a asombrase, y no es la primera vez esta temporada, con la capacidad del equipo de Hansi Flick para sobrevivir a este tipo de ejercicio de fútbol y entretenimiento entre el arrojo y la imprudencia. Con esa fórmula y la victoria de esta jornada, llegará como mínimo con cuatro puntos de ventaja a las últimas seis jornadas de liga.

Por su parte, el Celta se va de Montjuic rumiando varias acciones polémicas ya con 3-3: un agarrón de Iñigo Martínez a Pablo Durán, que no llegó a irse al suelo cuando se iba solo ante Szczesny y era una podía ser tarjeta roja, un manotazo del portero polaco a Mingueza una vez había rematado ya una clara ocasión en el minuto 89 (de esas jugadas que tradicionalmente no eran penalti pero en tiempos más recientes el criterio arbitral tiende a ser desconcertante) y una posible agresión de Raphinha a Aspas.

La jugada que no deja lugar a mucha discusión es el claro penalti de Yoel Lago a Dani Olmo ya en el tiempo añadido, que previo aviso del VAR acabó con el gol de Raphinha decidió el partido en el minuto 96.

Otro partido antes del 60': el de Borja y Szczęsny

Antes, como ya se venía hablando durante toda la semana y se hizo aún más explícito con la queja del Barça poco antes del partido, las alineaciones de ambos equipos vinieron condicionadas por el calendario y las rotaciones, en el caso del Celta al tener jornada de liga entre semana.

Si se trata de rotar, dosificar y aprovechar minutos, nadie lo hace mejor en esta liga que Ferran Torres, que entró como titular en la banda en lugar de Lamine Yamal. Si hubiese un premio al Duodécimo Hombre como lo hay en la NBA al Mejor Sexto hombre, sería un más que serio candidato a ser el de esta temporada 2024/2025. Su gol que abrió el marcador en el minuto es una buena muestra de lo fáicl que está viendo portería: mínimo número de toques, máxima eficiencia para sacar un remate seco, raso y pegado al palo.

En el resto de ese primer partido el protagonismo fue para dos nombres. Uno, Wojciech Szczęsny: primero desastroso en el 1-1 al medir una salida en un centro lateral más bien blando que solo tuvo que empujar Borja Iglesias. Luego, brillantísimo en varias acciones antes y después del descanso ante el propio Borja, Ilaix Moriba, Iker Losada y Pablo Durán.

El otro, Borja Iglesias. A los cinco minutos del segundo tiempo un fallo estrepitoso de Frenkie de Jong en un balón largo frontal, dejó a 'El Panda' solo y con tiempo para decidir qué hacer. No lo necesitó agotarlo para hacer el 1-2: sorprendió con un disparo relativamente atípico en esas situaciones pero imparable.

Yamal, Olmo y la locura que coronó Raphinha

Flick movió ficha cuando quedaba media hora: entraron Lamine Yamal y Dani Olmo por Ferran y Fermín, y en los siguientes diez minutos, se desató la locura: en el 62 Borja Iglesias firmó su triplete en una jugada en la que le bastó esperar en su medio campo, sin caer en fuera de juego, para ganar la espalda a los dos centrales del Barça y volver a tener todo el tiempo del mundo para definir ante Szczesny, esta vez con una sutileza. En el 64' Dani Olmo hizo el 2-3 a pase de Raphina y en el minuto 68 el brasileño hizo el empate de cabeza a pase de Lamine con un escorzo inverosímil, cuando el balón parecía que se le quedaba atrás incluso ya en pleno salto en el aire.

Lesión de Lewandowski

Cuando el Barça parecía lanzado el Celta y quizá el físico frenó al Barça. Al menos a Robert Lewandowski, que se fue lesionado en su partido 100 en liga y a una semana de la final de Copa del Rey.

Pero era una frenada en falso. Aún faltaba un último achuchón rondando ya el tiempo añadido, el que protagoniza el inicio de esta crónica. El Celta rondó el gol y protestó varias jugadas. El Barça celebró a lo grande tras un penalti de una responsabilidad tan enorme como lo bien que fue ejecutad por Raphinha, con la sensación en todo el estadio de que esta no ha sido una victoria cualquiera.

FUENTE: RTVE