¿Cuenta el mate en los 2 litros de agua que debemos tomar por día?

Cada vez que escuchamos que hay que tomar dos litros de agua por día, surge una duda común: ¿cuentan los mates? Para quienes tienen el termo a mano desde que se levantan hasta la noche, la pregunta no es menor.
¿Todos esos mates que se toman durante el día aportan hidratación real o no reemplazan al agua pura? Aunque el mate es una infusión hecha a base de agua, su contenido de cafeína y otras particularidades hacen que la respuesta no sea tan simple como parece.
Para muchos el mate no es solo una bebida, sino una compañía constante. Se toma en casa, en el trabajo, en reuniones, estudiando y -algunos incluso- caminando. Y como buena infusión a base de agua caliente, surge una pregunta lógica: ¿hidrata igual que el agua?
El exceso de temperatura puede ser perjudicial: se recomienda evitar el agua hirviendo al preparar el mate.
La respuesta no es tan directa. Sí, el mate aporta líquidos al cuerpo, pero hay matices importantes a tener en cuenta.
Una bebida que suma, pero no reemplaza
Técnicamente, cualquier líquido que ingerimos forma parte de nuestra hidratación diaria, y el mate no es la excepción. De hecho, está compuesto en gran parte por agua caliente. Pero a diferencia del agua pura, contiene cafeína -un estimulante natural presente en la yerba mate-, que tiene un leve efecto diurético. Esto significa que puede aumentar la producción de orina y, en consecuencia, hacer que una parte del líquido ingerido se elimine más rápido.
Sin embargo, este efecto es moderado, sobre todo en personas que consumen mate de forma habitual. Estudios recientes sostienen que el cuerpo se adapta a la cafeína, y que las bebidas que la contienen, como el mate, el té o el café, siguen aportando hidratación neta. Es decir, aunque estimulen un poco la diuresis, no provocan una pérdida de líquidos superior a los que ingresan.
Dicho en otras palabras: sí, el mate hidrata. No tanto como el agua, pero mucho más que lo que algunos mitos urbanos sugieren.
¿Y si tomo solo mate en todo el día?
Acá aparece el principal problema. Aunque no deshidrata, el mate no debería ser la única fuente de líquidos. Si bien contribuye al total diario recomendado, beber solo mate puede no ser suficiente para mantener un equilibrio hídrico óptimo, especialmente si se lo toma muy caliente, muy concentrado o durante jornadas de calor intenso.
La recomendación general es sencilla: disfrutar del mate, pero complementarlo con vasos de agua a lo largo del día. No hace falta dejar el termo, sino alternarlo con agua pura, especialmente si hay actividad física o exposición al sol.
Más allá de su aporte hídrico, el mate tiene efectos que vale la pena mencionar. Es rico en antioxidantes, vitaminas del grupo B y minerales como el potasio y el magnesio. Estimula el sistema nervioso, mejora la concentración y aporta energía. Por eso muchas personas lo prefieren para arrancar el día o mantenerse alerta.
Aunque tomemos mate todo el día, no hay que olvidar ingerir agua para mantener una buena hidratación.
Pero también puede irritar el estómago en personas sensibles, sobre todo si se consume en ayunas o en exceso. Su temperatura —si es muy alta— también se ha vinculado a un mayor riesgo de lesiones en el esófago, por lo que se recomienda evitar el agua hirviendo.
Por otro lado, al tener cafeína, no es ideal para quienes tienen hipertensión, insomnio o ansiedad. En esos casos, moderar el consumo o elegir yerbas descafeinadas puede ser una opción.
Organismos como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y la Clínica Mayo coinciden en que las bebidas con cafeína no deshidratan en niveles preocupantes. De hecho, se las considera parte del total de líquidos diarios, aunque no sustituyen al agua pura.
Estudios recientes sobre el comportamiento de la cafeína en el cuerpo respaldan la idea de que mientras no se abuse, el mate hidrata y es seguro para la mayoría de los adultos sanos.
Resumiendo: el mate no reemplaza al agua, pero sí hidrata. Es un aporte válido dentro de una dieta equilibrada y una excelente manera de sumar líquidos si se lo consume con moderación. Como siempre, el secreto está en el equilibrio.