Crisis en la construcción: materiales suben 200% y empresas temen colapso

La crisis de costos pone en jaque a la industria de la construcción y compromete el dinamismo económico

El sector de la construcción en Bolivia atraviesa una de sus peores crisis estructurales en los últimos años, arrastrado por un alza descontrolada en los costos de materiales que llega hasta el 200%. Esta situación amenaza con desestabilizar a una de las industrias con mayor efecto multiplicador sobre el empleo, la inversión y el crecimiento económico.

De acuerdo con la Cámara Departamental de la Construcción de Tarija (Cadeco), el encarecimiento afecta tanto a insumos importados como a materiales de producción nacional. Esta combinación crítica ha llevado a que numerosos proyectos públicos y privados queden desfasados respecto a sus presupuestos originales, debilitando la sostenibilidad de las empresas constructoras.

Un incremento sin precedentes

El presidente de Cadeco, Rolando Surriable, explicó que los materiales importados han duplicado su valor en meses recientes, mientras que los nacionales han subido en promedio un 50%. Este fenómeno, impulsado por la escasez de dólares, problemas logísticos y alta dependencia de insumos extranjeros, genera un efecto en cadena que eleva los costos de obra y limita nuevas inversiones.

Proyectos desfinanciados y riesgo de paralización

La crisis se agrava por la falta de ajustes de precios en contratos públicos, debido a trabas burocráticas y la lentitud del aparato estatal para actualizar planillas. “No podemos hacer los reajustes necesarios porque las autoridades económicas no lo permiten, y eso está quebrando al sector”, afirmó Surriable.

Además, muchas empresas enfrentan deudas impagas por parte del Estado, con retrasos de hasta seis meses en pagos por obras ya entregadas. Este flujo de caja negativo pone en riesgo la continuidad operativa de las constructoras, que deben seguir pagando sueldos, impuestos y proveedores.

Efectos macroeconómicos y migración de capital humano

El impacto se extiende más allá del sector. La industria de la construcción genera empleos directos e indirectos, dinamiza la demanda de insumos locales y representa un pilar para el crecimiento regional. En el caso de Tarija, la falta de inversión pública y un PIB negativo desde 2014 han provocado una fuga creciente de profesionales hacia otros departamentos, deteriorando aún más la economía local.

Actualmente, solo el 20% de las empresas afiliadas a Cadeco trabaja en Tarija; el 80% ha migrado en busca de contratos en otros departamentos donde las condiciones son relativamente más viables.

Problemas estructurales sin solución

La Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco) también se declaró en emergencia nacional. Entre los principales factores que ahogan al rubro identificaron:

  • Retrasos en el pago de planillas

  • Régimen tributario desfavorable

  • Escasez de combustible

  • Burocracia excesiva en instituciones públicas

  • Falta de dólares para importación de maquinaria e insumos

A ello se suma la falta de una política económica clara para estimular la inversión pública, motor tradicional de la industria.

Una advertencia que compromete el desarrollo

El sector demanda medidas urgentes: desde ajustes contractuales inmediatos hasta un plan nacional de rescate económico para evitar un colapso que afectaría a miles de empleos y a la cadena productiva. De lo contrario, la industria de la construcción —históricamente vinculada al desarrollo de infraestructura— podría convertirse en otra víctima del actual contexto de crisis estructural.