Crisis ambiental por minería ilegal: descubren niveles alarmantes de mercurio en aire, agua, comida y personas de Madre de Dios

En la región de Madre de Dios, conocida por ser la capital de la biodiversidad del Perú, se está gestando una amenaza silenciosa que pone en riesgo la salud de miles de personas y la supervivencia de especies únicas del planeta. Un nuevo estudio técnico presentado en junio de 2025 ha revelado que la minería de oro artesanal e ilegal ha provocado una contaminación por mercurio sin precedentes en esta zona amazónica.
El reporte fue elaborado por el Centro de Innovación Científica Amazónica (CINCIA) y la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), con el respaldo de la Fundación Gordon y Betty Moore, tras 15 años de investigación. Los resultados son preocupantes: más de 180 toneladas de mercurio se liberan cada año al medio ambiente solo en esta región. El 80% del mercurio que llega a la atmósfera desde Sudamérica tiene origen en la Amazonía, y buena parte de ese porcentaje proviene de Perú.
Salud en riesgo: mercurio en el aire, agua y comida
El mercurio es un metal altamente tóxico, y cuando se transforma en metilmercurio, su versión más peligrosa, entra a la cadena alimenticia acuática y se acumula en los peces que son consumidos diariamente por comunidades locales. Esto significa que el pescado, base alimentaria para muchas familias amazónicas, ha pasado de ser fuente de nutrición a un vector de intoxicación.
Uno de los hallazgos más graves fue en la ciudad de Puerto Maldonado, donde un estudio mostró que el 78% de los adultos tenía mercurio en el cabello en niveles tres veces superiores al límite recomendado por la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. El riesgo aumenta en mujeres en edad fértil, que mostraron los niveles más altos: esto expone a los fetos a malformaciones, daños cerebrales y retraso en el desarrollo neurológico.
En comunidades cercanas a Huepetuhe, La Pampa, Laberinto y Mazuko, donde la minería ilegal está más presente, se reportaron síntomas como dolores de cabeza, pérdida de memoria, debilidad muscular y daño hepático, especialmente en personas que trabajan directamente con amalgamas de oro y mercurio. El 80% de los vapores de mercurio que se inhalan en estos entornos son absorbidos por el cuerpo.
Incluso en zonas residenciales alejadas de la minería, como algunos sectores de Puerto Maldonado, se han registrado concentraciones de mercurio en el aire entre 20 y 40 ng/m³, muy por encima de lo normal. En tiendas de compra de oro y sitios mineros activos, estas cifras alcanzan niveles extremos de hasta 5000 ng/m³, producto de la quema de amalgama sin ningún tipo de control ambiental.
Impacto invisible en la fauna y en la vida diaria de los pueblos indígenas
El estudio también documenta que el río Madre de Dios transporta hasta 12 toneladas de mercurio al año, comparado con solo una tonelada en zonas sin minería. Esta carga tóxica se va acumulando en los peces carnívoros de gran tamaño, que son consumidos por los pueblos indígenas, quienes dependen directamente del río para sobrevivir. Para estas comunidades, el impacto no es solo sanitario: también afecta su cultura, su economía y su relación con el bosque.
La contaminación no se queda solo en el agua. Aves y murciélagos de la región amazónica también presentan niveles de mercurio de tres a cinco veces superiores a los de zonas no afectadas por minería. Algunos estudios señalan que este metal reduce hasta en un 40% la capacidad reproductiva de ciertas especies. Esto podría tener consecuencias a nivel ecológico, al poner en peligro a animales clave en el equilibrio de los ecosistemas amazónicos.
La actividad minera artesanal, que opera en gran parte de forma ilegal e informal, no solo destruye los bosques y contamina los ríos: tampoco genera desarrollo sostenible. No se pagan impuestos ni regalías, y los beneficios económicos no llegan a las comunidades locales. Se trata de un modelo extractivo que, además de ilegal, está envenenando lentamente a una de las zonas más valiosas del Perú.
FUENTE: INFOBAE