Confirman que la PTAR de Tarija no se ejecutará en este gobierno y surgen nuevas dudas sobre el financiamiento

Pese a los anuncios oficiales y a los avances técnicos alcanzados, el proyecto de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Tarija vuelve a tropezar con retrasos. En los últimos días se confirmó lo que ya advertían algunas autoridades y analistas: ni este gobierno ni el actual ministro de Medio Ambiente y Agua, Álvaro Ruiz, concretarán la obra.
Un alto funcionario había señalado meses atrás que la PTAR no pasaba de ser una “venta de humo”, puesto que los tiempos no alcanzaban y no existían recursos asegurados. Cinco años de gestiones, intentos y promesas —incluyendo el último esfuerzo con el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF)— parecen haber quedado en nada.
Avances que no despegan
El proyecto no partía de cero. Los terrenos en la zona de Cabeza de Toro ya fueron asegurados, el diseño final actualizado está concluido y la CAF expresó su compromiso para financiar la obra. Incluso en mayo de este año el ministro Ruiz anunció que en junio se consolidaría el contrato con el organismo internacional. Sin embargo, el plazo pasó y el acuerdo nunca se firmó.
La actualización del diseño elevó la inversión a 65 millones de dólares, monto que incluye no solo la construcción de la planta, sino también el cierre de las lagunas de oxidación actuales y la habilitación de un parque en esa zona.
El factor político y la falta de plazos
Ruiz asegura que el financiamiento tiene un “80% de avance” y que se han firmado acuerdos preliminares. No obstante, reconoció que el proyecto no será ejecutado en la actual gestión, ya que aún falta la aprobación de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), un escenario trabado por la fragmentación política y las pugnas partidarias.
Consultado sobre fechas concretas, la respuesta del ministro fue contundente: “Con la siguiente gestión, con la siguiente gestión”.
Actualmente, el financiamiento preaprobado por la CAF se encuentra en revisión en Estados Unidos, a la espera de autorización definitiva.
Crece la frustración ciudadana
Mientras desde el Gobierno se insiste en que no se trata de un proyecto demagógico, sectores ciudadanos advierten que la demora confirma lo contrario. La falta de resultados ha generado malestar en organizaciones vecinales, instituciones y ambientalistas, que consideran urgente una solución estructural al tratamiento de las aguas residuales de la capital chapaca.
El riesgo es que Tarija siga acumulando años de contaminación y rezago en una obra considerada vital para el medio ambiente y la salud pública. Por ahora, las promesas vuelven a quedar en el aire, y el destino de la PTAR dependerá de la próxima administración gubernamental.