Alejandro Fiorina, una vida al servicio de los olvidados

El padre Alejandro Fiorina ha dedicado más de dos décadas a dirigir La Colmena, un hogar único en San Mateo que lucha contra uno de los problemas más graves de Bolivia: el alcoholismo.
La Colmena: un refugio para quienes buscan una segunda oportunidad
Este centro, con capacidad para 70 personas, se financia principalmente gracias a la Iglesia Católica y recibe apoyo de organizaciones no gubernamentales y donantes particulares. Aunque prioriza la atención a jóvenes, sus puertas están abiertas a cualquier persona que desee cambiar su vida, sin importar la edad.
Tratamiento integral y terapia ocupacional como eje de recuperación
En el hogar se aplica el reconocido método de Alcohólicos Anónimos, que combina rituales, hitos y conceptos probados a nivel internacional. Además, en La Colmena también se brinda apoyo a personas con problemas emocionales, adicciones a otras drogas y en situación de calle.
La terapia ocupacional es la base del proceso de rehabilitación: los internos aprenden oficios que les permiten generar ingresos, sostener el hogar y, sobre todo, recuperar hábitos y rutinas que favorecen su reinserción social.
El compromiso de un sacerdote con vocación de servicio
Nacido en Bérgamo, Italia, el padre Alejandro Fiorina ha demostrado a lo largo de su vida una inquebrantable vocación de servicio, entregándose a los más necesitados y construyendo un espacio donde la esperanza y la dignidad se recuperan día a día.
FUENTE: EL PAIS